Acupuntura facial
El origen moderno de esta terapia se remonta a china durante la década de los 70.
Una grupo de pacientes estaban siendo tratados con acupuntura en el Hospital de la Medicina Tradicional China de Pekín, debido a una parálisis facial. Tras una serie de tratamientos, se percataron que los paciente, además de mejorar su parálisis, presentaban una disminución de las arrugas faciales, una mayor elasticidad de la piel y un brillo facial más luminoso. También se observó lo mismo cuando se trataban problemas de visión o de acné. Fue entonces cuando se pensó que la acupuntura se podía aplicar directamente en la cara con finalidades estéticas.
Observaron que esta terapia era un manera muy efectiva de borrar las pequeñas líneas al rededor de los ojos, labios, frente y nariz. Así como suavizar las arrugas profundas. También ayudaba a reducir las bolsas bajo los ojos y a definir de nuevo la barbilla y los pómulos en el caso de ptosis (caída).
Por ello hace ya unos 20 años se introdujeron en Estados Unidos tratamientos específicos de acupuntura facial como alternativa a los tratamientos quirúrgicos.